2015
Protegerse del sol en la piscina
En algunas zonas del país en verano se suelen alcanzar temperaturas extremas y los rayos UVA del sol suelen adquirir valores elevados que pueden ser perjudiciales tanto para la piel como para los ojos.
Es por eso que es recomendable tomar las medidas adecuadas para minimizar los efectos del sol en nuestro cuerpo.
Una de las actividades más frecuentes y placenteras durante el verano, es aprovechar la piscina para refrescarse y broncearse tomando el sol.
Aunque por suerte la gran mayoría de la población está muy concienciada del peligro que puede suponer una exposición excesiva al sol, todavía se siguen cometiendo actos de irresponabilidad, como no utilizar crema protectora o permanecer demasiado tiempo exponiendo la piel al sol.
Queremos que puedas disfrutar de tu piscina y del sol sin preocupaciones, por eso, en el post de hoy vamos a darte algunos consejos para prevenir los riesgos de los rayos solares en la piel.
1- Evitar la exposición al sol en las horas más calurosas.
De 12:00 PM a 16:00 PM es el período del día dónde los rayos UVA inciden con más fuerza y pueden ser más dañinos para la piel. Es por eso, que recomendamos evitar tomar el sol durante este periodo y aconsejamos hacerlo durante las primeras horas de la mañana o por la tarde.
2- Aplicar el bronceador antes de la exposición al sol.
La acción protectora de las cremas solares no es inmediata. Es por eso que aplicársela justo cuando llegamos a la playa o a la piscina es un error muy frecuente.
Se aconseja aplicarse el protector de 20 a 30 minutos antes de la exposición.
3- Tipo de pieles y factor de protección.
Es evidente que no todo el mundo tiene la misma tolerancia en la piel a los rayos solares. Es por eso que recomendamos realizar una visita al dermatólogo antes de la llegada del verano para que pueda aconsejarnos sobre el producto más adecuado y el factor de protección idóneo para nuestra piel.
4- No excederse con el tiempo de exposición al sol.
Aunque tomemos todas las medidas oportunas para tomar el sol con seguridad, todo exceso es negativo. Durante los meses más calurosos es recomendable no pasar más de dos horas bajo la irradiación solar, ya que podríamos acabar con quemaduras o irritación de la piel.
5 – Los ojos también son vulnerables.
Recuerda que los ojos son una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo y que se ven especialmente afectados cuando la exposición al sol es muy prolongada. Es por eso que se recomienda el uso de gafas de sol homologadas.
Para los que están acostumbrados a tomar el sol en la piscina, la instalación de una cubierta puede ser una buena solución para reducir el impacto de los rayos solares en la piel y en los ojos.
Algunas cubiertas están construidas con materiales especiales como el policarbonato que inhiben la fuerza de los rayos UVA y a la vez almacenan el calor dentro del recinto.